miércoles, 3 de febrero de 2010

MODULO UNO- SINTESIS

El aprendizaje es una de las actividades que el individuo comienza a aprender desde su nacimiento, la mayor parte de éste aprendizaje no ocurre de manera planeada y esto implica adquirir una nueva conducta y al mismo tiempo dejar de lado la que teníamos previamente y no era adecuada; refleja un cambio permanente en el comportamiento el cual absorbe conocimientos o habilidades a través de la experiencia. Para aprender necesitamos de tres factores fundamentales: observar, estudiar y practicar.



Al abordar la temática sobre el aprendizaje en el modelo educativo tradicional puedo notar que ésta se centra en el profesor pues es él quien dicta su clase, aclara dudas, estimula la participación de los estudiantes con preguntas, encarga trabajos y tareas, el estudiante tiene un papel de espectador pasivo, no se tienen en cuenta sus necesidades sociales ni el contexto donde se desenvuelve. Este modelo educativo contempla la figura del profesor (que cumple un papel activo), el método (la clase tipo conferencia), el alumno (con un papel receptivo) y la información (los contenidos presentados como distintos temas).En este sentido, el modelo tradicional presenta una escasa influencia de los avances científico-tecnológicos en la educación, por lo que resulta algo limitado en la actualidad. De todas formas, se reconoce su utilidad como base pedagógica en la formación de diversas generaciones de profesores y de alumnos.



Al hablar de un modelo educativo centrado en el estudiante, éste ocupa el lugar central, todo el proceso gira alrededor de su aprendizaje. Esta orientación se fundamenta en dos principios de aprendizaje: El constructivista y el experencial, que es un enfoque pedagógico que explica la forma en que los seres humanos nos apropiamos del conocimiento, es decir, cómo conocemos la realidad y al mismo tiempo la hacemos nuestra desde un punto de vista conceptual. Para el constructivismo el aprendizaje es posible gracias a la interacción, es decir, la relación con el medio y el grupo en el que un individuo se desenvuelve.



En el enfoque constructivista el conocimiento no se descubre, se construye; el estudiante construye su conocimiento a partir de su propia forma de ser, pensar e interpretar la información y desde esta perspectiva, el alumno es responsable de su aprendizaje dado que participa activamente en el proceso. El conocimiento no es el resultado de una copia de la realidad preexistente ni de la repetición mecánica de los contenidos o de la información proporcionada por el profesor o alguna otra fuente, sino de un proceso dinámico e interactivo mediante el cual la información externa es interpretada y re-interpretada por el pensamiento que va construyendo de manera gradual modelos explicativos cada vez más complejos y profundos.



En este modelo pedagógico el rol del maestro cambia marcadamente: su papel es de moderador, coordinador, facilitador, mediador y un participante más de la experiencia planteada. Para ser eficiente en su desempeño tiene que conocer los intereses de los estudiantes, sus diferencias individuales, las necesidades evolutivas de cada uno de ellos, los estímulos de sus contextos familiares, comunitarios, educativos, y contextualizar las actividades.



Este modelo constructivista lo vivo de manera personal desde mi experiencia en los estudios de maestría con el TEC, pues el aprendizaje está centrado en el estudiante, se participa en forma colaborativa e individual, se desarrollan habilidades, actitudes y valores con la orientación continúa del docente como facilitador, utilizando una variedad de técnicas didácticas, y empleando recursos tecnológicos para enriquecer y hacer más eficaz el proceso de aprendizaje.


Con respecto al capítulo 3 “Hacia una nueva sociedad del conocimiento: retos y desafíos para la educación virtual”, Nos encontramos frente a lo que se denomina la sociedad del conocimiento, o sea la nueva sociedad que para algunos investigadores resulta ser la “Industria del conocimiento” extendida en el nuevo conocimiento. Es la que produce, maneja, distribuye y transfiere información científica y tecnológica, modificando conceptos culturales, económicos, políticos y sociales.


En las últimas décadas se ha intensificado la velocidad en los cambios, acumulando conocimientos en los campos de la ciencia y la tecnología, conocimientos que seguirán multiplicándose a un ritmo exponencial en el futuro inmediato. Sin duda vendrán nuevos acontecimientos en los campos de la energía nuclear, la física, la química, la cibernética, la informática, la robótica, la conquista espacial, la biología y la estructura de materiales, para citar sólo unos casos. Estas circunstancias obligarán el estudio permanente y la innovación constante de metodologías en la enseñanza y el aprendizaje de tal manera que las personas se desarrollen integralmente como trabajadores y ciudadanos de conocimiento, sólo así será posible permanecer en el ambiente de la nueva sociedad o sociedad del conocimiento.


En el apartado de la Filosofía educativa humanista y teorías de aprendizaje se abordan los enfoques de aprendizaje andragógico y constructivista, que son congruentes con las demandas del contexto de la sociedad de conocimiento, al analizarlos puedo concluir que la teoría constructivista es la que se debe aplicar en la sociedad del conocimiento, ya que esta propone que las personas creen su propio significado y entendimiento, combinando lo que ya saben y creen con la nueva experiencia a la que se confronta(Plourde,2003). Dicho de otra forma, el constructivismo es una teoría que aborda cómo el ser humano aprende a confrontar los dilemas que se le presentan y cómo, al resolverlos, da origen a conocimientos nuevos. El aprendizaje demanda una transformación a la posición tradicional, en la cual se enfatizan como únicos recursos de aprendizaje la enseñanza centrada en el profesor, en la transmisión de conocimientos por parte de éste, la no diferenciación de planes individuales de aprendizaje(WB,2003).


Las competencias ciudadanas en la nueva sociedad del conocimiento permite tener en cuenta dos tipos: las del ciudadano democrático las cuales ayudan al individuo a formarse como una persona libre y autónoma y una persona ética y constructiva en la sociedad; y las del ciudadano del conocimiento que son integradas dinámicamente con las del ciudadano democrático, en base a sus valores, actitudes, conceptos y habilidades; las cuales se deben tener en cuenta en la educación a distancias para el diseño de los programas de aprendizaje.


Al hacer referencia a la educación virtual puedo decir que está destinada a resolver a corto, mediano y largo plazo los retos que plantea una sociedad que cambia rápidamente y que no encuentra respuesta satisfactoria en las modalidades educativas del pasado.


La innovación tecnológica en la educación es un aspecto importante el cual va de la mano con la nueva sociedad del conocimiento, ya que la tecnología es cambiante y debemos estar siempre preparados a adaptarnos a ella. La aceptación de un proceso de innovación no es igual en todos los tipos de personas, ya que para unas puede ser considerada útil y para otras no muy conveniente según las circunstancias que la persona maneje. Para aceptar y apropiarse de una innovación la persona pasa por cinco fases (Alanís, 1991, Rogers, 2003) que son descubrimiento, persuasión, decisión, implementación y por último la adopción de esta innovación. También se distinguen diferentes tipos de personas que adoptan una innovación según el momento que lo hagan, como son los pioneros, los innovadores tempranos, la mayoría temprana, mayoría tardía y los rezagados. La madurez de una innovación es directamente proporcional al tiempo, es decir a mayor tiempo más madurez y aceptación de la innovación. Una buena planeación del proceso de adopción de una innovación de tecnología puede aumentar sus probabilidades de éxito.

Clara Isbelia Silva Blanco

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